Soy Susana, una enamorada de mi ciudad, Salamanca, de su piedra dorada, de su universidad y de su eterna juventud gracias a los miles de estudiantes de todas las partes del mundo que alegran sus calles. El destino, no obstante, me regalaría hace más de diez años la oportunidad de vivir, al terminar mis estudios, en un paraíso: Mallorca. Aunque estudié para traductora e intérprete, nunca ejercí como tal, pero, no obstante, mi vocación siempre han sido los idiomas, me han fascinado como medio para poder llegar a diferentes culturas y aprender de modo directo de los habitantes de cada país. Soy una apasionada de los viajes y en mis preparativos, además de guías de viaje, siempre he llevado conmigo libros de conversación, japonés, checo, lo que fuera…
Mi
experiencia en la enseñanza de idiomas se limita a las clases particulares que
durante años compaginé con mi vida de universitaria, por lo que me queda un
largo camino de aprendizaje y nervios. No obstante, gracias al máster, encuentro
que estoy reuniendo una gran cantidad de conocimientos, fuentes, autores y todo
tipo de herramientas para poder aplicar en el futuro. Estoy segura que sentaré una base muy completa para poder despegar en esta nueva faceta. De la asignatura “Habilidades docentes y gestión del aula de ELE”, espero adquirir capacidades para
enfrentarme a una clase, gestionar imprevistos, quizá la apatía del estudiante,
la falta de interés, en definitiva, a enfrentarnos a nuestro público: los
alumnos.
Por
último, y para cerrar esta presentación, me remito a unas frases de una gran
salamantina, Carmen Martín Gaite, donde transmite lo maravillosa que es la
comunicación:
No hay nada que se pueda comparar a la palabra y a la comunicación. No hay
nada comparable a poder hablar a la persona adecuada en el momento adecuado en
el que la persona a quien se habla tiene ganas de escuchar, y la persona que
habla desea hablar.
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